El Wollemi Pine (http://www.wollemipine.com/) es uno de los árboles más antiguos y raros del mundo, cuya existencia se remonta a la época de los dinosaurios. Hace unos años fue “descubierto” por un guardabosques en Nueva Zelanda que, paseando por un lugar de acceso casi imposible, se topó con este árbol reconociendo inmediatamente que era una especie curiosa. El hallazgo fue celebrado por el mundo botánico y el Royal Botanic Kew Gardens pronto plantó su primer ejemplar con la ayuda del gran padre de la naturaleza inglés, Sir David Attenborough. Aunque su nombre incluye la denominación “pino”, el “Wollemi Pine”, es del genus de los Aracaurias. En la actualidad, esta especie se comercializa en todo el mundo.
La travesía del Wollemi Pine hasta Sales
En el pasado verano, un yate inglés -el “Susie D.”- navegaba cerca de la costa gallega. A bordo, la pareja Martin y Glen Thomson. Martin ha trabajado durante muchos años en el mundo de la Botánica. Ante la costa gallega, su mujer se puso gravemente enferma y el barco entró en el Puerto de Baiona atracando en el Monte Real Club de Yates. El gerente del Club, Santiago Pérez de Mendiguren, se volcó en ayudar a la pareja y Glen Thomson recibió la ayuda médica que evitó un fin trágico a sus vacaciones en el mar, recibiendo todos los primeros auxilios necesarios para que su corazón siguiese latiendo.
Durante su estancia en Galicia, la pareja británica se maravilló con la región, sorprendiéndose por la belleza de las rías y sus gentes entrañables y decidieron intentar buscar un centro de jardinería con el que hacer negocios, en vez de sus hasta ahora clientes proveedores franceses. Pensaban que tenían una deuda moral con Galicia. Además de sus búsquedas por internet, enviaron una carta al Comité del Monte Real Club de Yates pidiendo ayuda para encontrar un centro de jardinería local. Dicha carta llegó al Directivo del Monte Real Club de Yates y también Patrón de la Fundación Sales quien contestó a la carta diciendo que la Fundación Sales estaría más que encantada de ayudarle con sus negocios de plantas y ayudarle encontrar lo que buscaba en Galicia.
Martin Thomson se emocionó con la historia de este pequeño jardín en la Avenida de Europa y decidió hacer una donación muy original: un pequeño Wollemi Pine, el árbol más deseado en cualquier jardín botánico en este momento y que llegó a su nuevo hogar en Diciembre del 2010.
Hoy la Fundación Sales se siente muy feliz y orgullosa de poder plantar un árbol de 200 millones de años de historia en el jardín del difunto Francisco de Sales Covelo. Sin duda, Sales se hubiese emocionado de poder añadirlo a su colección arbórea ya que él mismo fue pionero en su época incorporando especies de árboles que no se había visto nunca en estas latitudes.
King Billy, el ejemplar más alto que existe actualmente