La Victoria cruziana vuelve a florecer en la Fundación Sales

Entre tormentas pasadas y días inciertos sobre el futuro de nuestros bosques en Galicia, la naturaleza nos regala un instante de esperanza: ha abierto la primera flor de la Victoria cruziana en el jardín de la Fundación Sales. Será la primera de otras tantas que vendrán después, como cada verano, devuelve al jardín de Sales la certeza de que la belleza resiste.

Este año, la reina acuática estrena un nuevo hogar: un estanque especialmente diseñado para Victoria y patrocinada por la empresa viguesa Ibercisa Deck Machinery, que ha querido sumarse al cuidado de este tesoro verde. Su presidente, Valente Paz-Andrade, recoge así el testigo de su padre y reafirma el compromiso familiar con la conservación de este jardín, legado del paisajista internacional Francisco de Sales Covelo. Covelo, soñador de paisajes, dejó su arboretum en manos de la Fundación que formaron sus amigos más fieles: Alfonso Paz-Andrade, Alberto Casal y Anunciación Gloria.

La historia de la Victoria cruziana de la Fundación Sales se ha convertido ya en un ritual del verano: su primera flor, que se abre con la caída de la tarde y apenas dura un día y medio, convoca cada año a vecinos, visitantes y turistas que acuden a contemplar su efímera perfección.

La presidenta de la Fundación, Elizabeth Taylor, ha agradecido a Ibercisa la construcción de este espacio que ofrece a la planta mejores condiciones para desplegar su misterio. Día tras día, la flor es acompañada por manos sabias y generosas: las del voluntario veterano Don Julio, el botánico Xesús Alonso y José, guardián silencioso del mantenimiento.

Por su parte, Patricia Vázquez, coordinadora de actividades y eventos, recuerda que las puertas de la Fundación permanecerán abiertas en su horario habitual, invitando a todos a dejarse emocionar por esta cita única con la naturaleza junto con otras especies de gran importancia que viven en el jardín.

Fundación Sales: un refugio verde en Vigo

La Fundación Sales mantiene vivo el sueño de Francisco de Sales Covelo: un jardín botánico que es a la vez espacio de conservación, cultura y encuentro. Un lugar donde las plantas hablan en silencio y donde, cada verano, la Victoria cruziana nos recuerda que la belleza más grande puede brotar de la fragilidad.